Escenarios de la novela El Tesoro del Presidente

2020-10-03

Cabaret
Cabaret

“Pedro empleó la tarde de aquel día en ir a la oficina de la “Western Unión” en la calle Aguilera, frente al Mercado, y poner allí un telegrama a su redacción en Barcelona, en realidad el destinatario era el señor Miralles, y el texto contenía la frase clave que significaba que las sospechas del catalán se confirmaban: los restos encontrados eran los del teniente DuBosch. Luego de ducharse, se vistió adecuadamente y fue a cenar.”

“Decidió ir al restaurant-cabaret del mismo hotel, el “Roof Garden”, que, como su nombre indicaba estaba en la azotea. Los nombres en ingles proliferaban por toda la ciudad, esto no lo extrañó, ya desde la época de la Cuba española abundaban los negocios extranjeros en la Isla, de hecho, la mayor parte del comercio cubano era con los Estados Unidos, mucho más que con España. Tomó el ascensor para subir- “que buen invento, si salgo de esta con suficiente dinero, me instalaré sin falta uno igual en Barcelona”- pensó, al salir y contemplar la maravillosa vista de la ciudad que se ofrecía desde la terraza, con los rayos del sol poniente imprimiendo reflejos dorados a los tejados y cúpulas de los edificios, y a las aguas de la lejana bahía. “mi oficina quedaría mucho mejor en un ático del Paseo de Gracia...”